Como definir las dos semanas pasadas en Christchurch con la recuperación de Jose, ummm, un soponcio, jeje. La verdad, se me han hecho un poco largas... que le vamos a hacer. Lo más importante es que Jose se ha recuperado bien de la operación y estamos listos para seguir el viaje, arrancamos de nuevo.
No obstante, ha habido algunas cosas a destacar que paso a detallar.
Christchurch. Segunda ciudad en importancia de NZ, con 375.000 habitantes. Ciudad tranquila, muuuy tranquila, ideal para formar una familia y tener muchos niños, de verdad, aquí es lo que se lleva. Arquitectura estilo inglés, verdes parques, bicicletas (todo llano), horarios muy ingleses también, a partir de las 17.00 o 17.30pm el movimiento por las calles decae en picado, todas las tiendas cierran y la vida y el ajetreo en la ciudad se consume muy muy rápido. Aquí las 22h parecen las 1am, por lo menos.
Esta ciudad, no obstante, es una ciudad en recuperación. ¿Por qué? Os preguntareis. Bien, el pasado 4 de septiembre, a las 4.30am hubo un fuerte terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que sacudió Christchurch, se tambalearon muchos edificios, llegando a resquebrajar e, incluso, derrumbar, algunos de ellos. El susto fue enorme, y en los días siguientes hubo también réplicas fuertes. Por suerte no hubo que lamentar muertes. Esto ha conllevado un plan de reconstrucción y revisión de edificios actualmente en plena actividad. Todos los edificios deben tener al menos un cartel de “inspected” conforme está revisado, o bien directamente están vallados por riesgo de derrumbe. Incluso en el centro, justo un bloque por detrás de la catedral, hay una calle cortada porque se derrumbó parte importante de un edificio y aledaños, y es una zona peligrosa y llena de escombros. Varias o muchas empresas han tenido que cerrar y se está en plena recuperación y poco a poco volviendo a la normalidad.
La otra noticia triste es la también reciente desgracia de los 29 mineros muertos en la Pike River Mine de la costa oeste, cerca de Greymouth (por allá pasé). Hubo una explosión con gas metano, lo que daba pocas probabilidades de vida a los mineros bajo tierra, aun así las familias estaban con esperanzas y se pensaba en un rescate que empezaba a prepararse pero siempre a expensas que fuera seguro por el tema del gas. Al cabo de los días, hubo una segunda explosión y ahí sí que definitivamente se confirmó la muerte de los 29. El día 2 de diciembre jueves ha sido el día de la ceremonia oficial de luto por sus muertes y se han llevado a cabo dos minutos de silencio a las 14h de ese mismo día. La verdad, pobre gente, familiares y amigos, duelo nacional estricto.
A parte de estas dos desgracias terribles, la vida aquí ha resultado de lo más rutinaria, no me voy a extender, que si biblioteca (como avancé se ha convertido en un amigo inseparable), que si un poco de running, cine, paseos, más paseos, televisión en el motel, comer, dormir... poco más.
Pero debo destacar un par de buenos momentos vividos, relacionados con gente que hemos conocido casualmente estos días aquí.
El primero. Cerca del motel YMCA City, había los fines de semana una feria con unos puestecitos que vendían que si artesanías, ropa, complementos, souvenirs, comida internacional, y en éstas que uno de los puestecitos de comida reza “Viva Madrid, a taste of Spain”, pues ala, allá que nos vamos. Resulta que venden raciones de paella y churros con chocolate, juas. Lo vende un chico llamado Roberto (de Madrid claro) que se vino hace tiempo por amor. Y a parte de pintar casas (tiene bastante trabajo con esto del terremoto) vende los fines de semana paella (bastante pasable) y churros con azúcar y/o chocolate (una delicia). Un tipo simpático, si señor.
El Segundo. Conocimos en la biblio a Mar, una chica de Granada, quien finalmente y tras charlar un rato me explicaba que se vino con su marido, Ricardo, y su niña, Sofia, de 2 años, para buscar un cambio y pasar del estrés de su trabajo en Madrid a la tranquilidad y una nueva vida aquí. Ella es ingeniera civil y él enfermero (él también de Granada). Con estas que nos invitan a comer a su casa, y nosotros, pues claro, encantadísimos.
Así pues, sábado, 4 de diciembre, nos presentamos en su casa, cerca de la Cathedral Square a las 13h, con una botellita de vino tinto y muchas ganas. Nos conocemos con Ricardo y Sofia, la niña. Super encantadores y buena gente. También viene a la velada Gabriele, una chica brasileña de Sao Paulo que lleva unos meses aquí, amiga de ellos por la academia de inglés donde Ricardo estudia pues ha llegado sin hablar papa de inglés cuando se vinieron a mediados de septiembre.
Comemos pà amb tomàquet con anchoas (rico y de mi tierra), pan con salmón, arroz al curry, cus cus! Sofia con el paso de los minutos va perdiendo la vergüenza y nos la pasamos jugando y haciendo el ganso con ella, tras todo este ajetreo se acaba durmiendo en mi regazo (si es que se me duermen...)
Finalmente, ya que lo pasamos bien, nos reímos, disfrutamos, nos invitan también a cenar y no sabemos decir otra cosa que sí, jeje. Ala, una de lomo y unos huevos revueltos, ole! Acompañado del vinito. Aixxxx, que a gustito se queda uno, ese saborcito español.
Ya que lo hemos pasado tan bien decidimos repetir mañana domingo a las 13h en la paradita de nuestro estimado Roberto para comernos una paella y churros con chocolate.
Y con esas que vienen Mar, Ricardo con Sofia y otra amiga de ellos, brasileña también, con otra niña de 15 meses, casada con un canadiense que trabaja a meses alternos en una plataforma petrolífera de Qatar, ahí queda eso.
Tenemos la mala suerte que no está la paradita de Roberto, ¿que será? Averiguamos que resulta que ha sido papa por segunda vez, bueno, tiene excusa buena, felicidades!!
El plan se modifica y nos comemos comida thai de otro puestecito, que rico está. Rollitos de primavera, pollo frito con tallarines, arroz con verduras, entre otras cosas. De postre, y sólo yo, jeje, me como una crepe de nutella (buahhh, para llorar) en el puesto de un francés amiguete de Roberto. Mar no es ajena a mi crepe y muestra su pasión por los dulces :-)
En fin, otra jornada fantástica con nuestros nuevos amigos, pero viajar es lo que tiene, toca despedida, suerte chicos, ser felices, y estamos en contacto. Muacksss!!
Y justo antes de irnos, el día 4 de diciembre, va y nos enteremos del notición que nos llega a través de las noticias en España...
Resulta que ha habido vaga sorpresa y encubierta de los controladores en todos los aeropuertos civiles en España! Buahhh, menudo pollo. Coincidiendo con el puente de la Constitución para agravar más la situación se habla de más de 600.000 afectados, espacio aéreo español cerrado por al menos un día, militares tomando el control de los aeropuertos civiles, declaración del estado de Alarma por parte del Consejo de Ministros (por primera vez desde la instauración de la democracia), pérdidas para el turismo, viajeros perjudicados poniendo denuncias e incluso increpando a los controladores, Rubalcaba pidiendo disculpas, what???? El PP pidiendo que Zapatero dé la cara (señores...). Y el Rey aprobando una Ley desde Mar del Plata sobre la movilización de los controladores para que éstos pasen a estar sujetos al Código Militar Penal y no por lo civil y así se deban incorporar a sus puestos de trabajo previa amenaza de cárcel y con la Guardia Civil encima. Ay ay ayyy
Madre mía, como está el país, cada vez pienso que nos fuimos en un buen momento, dada la situación y viendo lo que ha ido aconteciendo estos últimos meses.
Y más no hay por contar, segunda y última lavadora en NZ el día antes de dejar el motel y a descansar. Durante el lunes también toca despedida de la library, jeje.
En la noche del lunes 6 de noviembre nos vamos al aeropuerto a las 23.15h y allá, para ahorrar una noche de motel más, pasamos la noche tirados en el suelo del mismo, junto con otros mochileros, acampamos con el saco de dormir y ala, a sobarla un rato, eso si, con las mochilas y todo bien al ladito y atadito, aunque esto no es un país inseguro ni mucho menos nunca se sabe por dónde te la pueden meter..
A las 5.15am nos levantamos, hemos dormido a ratos, y con la espalda algo jodida pero menos es nada. Así que check in time, con Jetstar. Volamos a las 6.40am del martes 7 de diciembre camino de Auckland y vamos que nos vamossss
Llegada a Auckland puntual a las 8am, vuelo tranquilo, recogemos equipaje, nos vamos de la domestic terminal a la international terminal y otro check in con Quantas. Y para la zona de embarque a pasar el rato, unas 2h más. Por cierto, mirad que bicho de Air Pacific, joderrrrr, tiene dos pisos.
Llega el momento... Ya toca salir de este país, no por nada, pero oye, el cuerpo ya pide sureste asiático previo paso dos días por Sydney, así tipo visita express. Luego a Bangkok, desde donde iremos hacia Camboya, luego Laos y finalmente norte de Vietnam, Hanoi y bahía de Halong para volver en vuelo con Air Asia (117USD cada uno) a Bangkok el 30 de diciembre para seguir a Hong Kong por un par de días, y acabar, en mi caso, el 4 de enero con una estancia de 3 días en Beijing (China).
A mi me queda ya menos de un mes de viaje y esto es una mezcla de sentimientos encontrados, veo el final cercano. La aventura llega a su fin, pero esto todavía no se ha acabado.. aún hay más. Oye, que suerte que he dicho que había poco que contar, eh? Juas
Seguimos... Adiós Nueva Zelanda!!
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