TOUR RIVIERA MAYA EN COCHE. Tulum, Playa del Carmen, Cancún y Isla Holbox...

 

Nos toca habitaciones separadas, nos acomodamos, charlamos un rato con un chico español que está en mi habitación y que lleva algún tiempo viajando y nos cuenta alguna cosa superficialmente sobre Cuba, nuestro próximo destino en nuestro around the world tour, y que nos aconseja, como otros, que mejor descubramos la isla por nuestra cuenta y nos hagamos nuestra propia visión una vez allí, ya que es totalmente distinto a lo hasta ahora visitado.

La cena consiste en unos tacos de pastor buenísimos a unos pocos metros del hostel y por un precio muy razonable. Y poco más, a la cama que al día siguiente nos espera el alquiler de coche por 4 días para recorrer Riviera Maya a nuestro aire. Tenemos grandes expectativas, y además, no alquilamos coche desde Península Valdés en Argentina, o sea que ha llovido desde entonces, si.

El alquiler es con Continental Car rental, del grupo America rent a car. Era el precio más económico por internet, 4 días por 178 USD seguro, todo incluido. El coche es correcto y de nuestro agrado, con la única salvedad que no es dirección asistida, que le vamos a hacer... Lo primero, vamos al super para comprar para preparar sándwiches durante el día, y también como no paramos en una panadería a desayunar unas pastas y jugo. Y para las ruinas de Tulum que nos vamos, con un calor que no puedo dejar de insistir que sofocante.

Dejamos el coche algo apartado de las ruinas para no pagar el precio del parking, eso que nos ahorramos. Pagamos la entrada y iniciamos el recorrido. Con el mar como espectador de lujo, estas ruinas tienen un no se qué distinto, uno de los lugares más bonitos es una playita que está dentro de las ruinas y donde la gente se baña (nosotros como no también, aunque yo en gallumbos pues no llevo el bañador conmigo...), con un agua transparente, color azul y las ruinas de fondo, amazing!!. Sorprende la cantidad tremenda de iguanas que te encuentras paseando por las ruinas, y de las que hacemos cumplido reportaje fotográfico. Tras unas dos horas de visita y algún que otro problema de estómago de Jose, damos por concluida la misma y nos volvemos al coche.

El plan ahora es buscar una playa linda de Tulum donde pasar tranquilamente la tarde tomando algo, leyendo, usando el laptop... Encontramos lo que parece una terraza con vistas ideal al lado de una playita chica y allá que nos plantamos, y encima hay wifi, que bien!

Ya en la noche el plan es buscar una playa donde dormir en el coche, si, sí, leéis bien, en el coche, la pela es la pela. Tras seguir unas indicaciones y pasearnos con el coche por toda la zona de playas de Tulum sin poder entrar en ningún sitio, todo son complejos hoteleros del copón, propiedades privadas de acceso pues prohibido, finalmente parece que encontramos un lugar donde descansar. Pero nos viene un chico con una luz y nos avisa que es zona de acampada y hay que pagar, uhmmm pues nos vamos. Tras un rato, encontramos otro lugar en el cual sí que “descansamos” por decir algo, que mal se duerme en el coche cojones. La sorpresa llega a la mañana, tipo 9am. Se nos acerca un señor indígena que nos indica no demasiado amablemente que no podíamos dormir en el lugar, que era propiedad privada, y por lo tanto, tenemos que pagar. Discrepamos, Jose se pone bravo pues el otro también, ay ay ayyy. Con esas que el tipo se da cuenta que no le vamos a soltar ni un peso y nos insulta y nos urge que nos salgamos de la propiedad, Jose se le encara saliendo del coche y de ahí la cosa no pasa, mejor nos vamos. Hasta luego!!

Bien, este día vamos a ver cenotes (grutas o cavidades de profundidad diversa en la tierra llenos de agua. En algunos de ellos las personas puedan hacer submarinismo o snorkel).

  Con esas que primero vamos a ver un cenote pequeño para tirar la foto y después nos vamos a Cenote Dos Ojos, situado entre Tulum y Playa del Carmen y uno de los mejores y más grandes de la Riviera Maya. Ahí, cogemos un tour de snorkel por 300 pesos y durante espacio de hora y media hacemos un itinerario por los dos cenotes viendo estalactitas, estalagmitas, murciélagos, y por debajo del agua vemos grupos de submarinistas haciendo buceo (aunque ellos se van más lejos en las grutas y a cierta profundidad). La experiencia nos ha gustado, supongo que en otro momento del viaje practicaremos el buceo, quizás en la parte de Asia (¿más económico?, seguramente). Después de esto vamos en busca de una playa. Finalmente, encontramos una entrada pública, cosa harto difícil pues parece que toda la costa de la Riviera Maya está prohibida para los que no tengan hotel Resort reservado. Está lleno de propiedades privadas, hoteles de lujo la mayoría, donde tienen sus playas privadas. Aunque hay alguna entrada, como decía antes, mal señalizada pero que con suerte la encuentras, también preguntando claro.

Pues eso, entramos, y eso si aunque podemos entrar la verdad que a lado y lado tenemos hoteles spa y sobretodo es gente alojada en los complejos hoteleros los que están en la playa. La playa es bonita, la verdad, y podemos ponernos en tumbonas con sombrilla de gratis, wow! Que bien, justo lo que necesitamos porque el calor aprieta y nos pegamos una siesta de campeonato. Teníamos déficit de sueño ya que en el coche lo cierto que descansar más bien poco. La gloria, nos vamos para Playa del Carmen hacia las 19h contentos como unas pascuas.

Hasta llegar a Playa del Carmen, más de lo mismo, hoteles y más hoteles, qué decepción!! Todo propiedad privada. En Playa, aparcamos cerca de la zona de ambiente, más tarde ya nos daremos una vuelta a ver donde podemos dormir metidos en el coche. Paseamos por la calle comercial y turística llena de bares, restaurantes, tiendas, comercios, etc. Finalmente, cenamos en un Burger King y nos la pasamos bastante bien en un par de locales tomando algo y bailando un rato, había que celebrar el cumple de Jose. Música y chicas guapas, una alegría para la vista. Mucha fiesta por aquí, pero eso si, Playa del Carmen es demasiado turística para nuestro gusto, pero para una noche está bien. Cuando nos disponemos a ir con el coche hacia las tres de la madrugada a buscar sitio para dormir va y nos topamos con la denominada “mordida”. Esto es, nos para la policía con el pretexto que íbamos “a las 3am!!” a 60km/h por una zona de obras donde el límite es de 40km/h (a estas horas la verdad no vimos la señal y además nos habían adelantado un par de coches...). En fin, esto huele a me aprovecho de los turistas con coche de alquiler. La multa es de 1500 pesos!! Una bestialidad. Tenemos que ir a las 9am a la comisaria a pagar la multa y tener derecho a la devolución del permiso de conducción. No nos interesa, pues queremos irnos para ir camino de Cancún. Como vemos que la multa cae sí o sí, y aquí no se le puede discutir al policía, decidimos llevar a cabo la táctica del turista pobre y nos ponemos a llorarle al tipo. Le caemos en gracia. Nos da una primera rebaja hasta 700 y finalmente cerramos el trato en 500 pesos. Eso si, se le paga entonces a él en el momento y así nos evitamos ir a comisaría a las 9am. El dinero se lo quedará él, no lo declarará, pues el comandante no le ha visto. Turistada, que le vamos a hacer, creemos que no hicimos nada malo.

Conducimos por un rato, y en una entrada pública hacia una playa, llegamos a un punto que está vigilado y hay una entrada con barrera. El tipo nos deja descansar al lado debajo de un árbol. Perfecto. En la sombra para cuando caiga el día y dé el sol. Mi barriga no anda fina y tengo que ir al retrete (sí, hay uno para el segurata, jaja en mitad de la nada, qué suerte) un par de veces, forma parte del viaje, que li farem.

Por la mañana, y tras descansar mal, nos vamos para Cancún, donde tenemos que ir al aeropuerto para intentar hacer una gestión con Mexicana, que está en quiebra. La gestión no nos soluciona nada, hasta el mismo día 20 de agosto no sabremos si podemos volar a Habana. Lo mismo para el vuelo a Los Ángeles del día 15 de septiembre, que también es con Mexicana.

Con esas que nos vamos a ver la famosa zona hotelera de Cancún y su playa. Como era de esperar, la playa es lindísima pero está infestado de hoteles, como no, el Meliá, Hilton, etc. Nos paramos en una playa pública y nos tomamos algo. Acto seguido, nos vamos en coche para Chiquilá, desde donde tomaremos un ferry hasta Isla Holbox, donde se supone vamos a ir a ver el tiburón ballena en un tour, pagando una pasta. Tardamos como unas 2 horas y pico, dejamos el coche aparcado cerca de la zona de embarque del puerto y justo podemos coger el ferry de las 16h que en veinticinco minutos nos deja en Isla Holbox. Allá, tenemos ya reservado hostel, el Tribu hostel.

Tras caminar algo más de 10 minutos con las mochilas por unas calles sin asfaltar y llenas de charcos llegamos al hostel, la verdad que éste es tranquilo, buen ambiente, bonito, con hamacas, cocina disponible, TV room, bar, playa a dos minutos caminando, es perfecto. Y tiene una terraza con unas vistas preciosas. La isla parece todavía no está muy explotada por el turismo y le da un aire auténtico, a la par que es más tranquila que quizás lo sea por ejemplo Isla Mujeres, cerca de Cancún. Por el pueblo te puedes mover o bien caminando o bien con una especie de taxis / vehículos que son parecidos a los que se usan para moverse por los campos de golf, con ruedas tipo 4x4, como mínimo curioso. Decidimos quedarnos aquí dos noches, antes de ir a Cancún y ya tomar el vuelo a La Habana. Cena de arroz con jamón. En el hostel, conocemos a una pareja española, ella de Melilla y él de Málaga, Laura y Javi, ambos profesores de educación física. Son gente muy simpática y me la paso charlando con ellos un buen rato en el bar, antes de irme a dormir, al día siguiente tenemos el tour del tiburón ballena a las 7.30am.

Jose a la noche se encontró con tres chicas españolas, Núria, Anne y Ana, que viven en Madrid aunque Ana es de Gijón y Anne de Donosti, y que conoció tirándolas una foto en las ruinas de Palenque! Jaja el mundo es pequeño, sí. Se fue a cenar con ellas y luego al hotel de ellas justo delante de la playa , se la pasó charlando, sin mi claro, que feo :-)

En fin, mañana del día 19 de agosto. Somos un grupo de 8. Una familia con dos hijos de Italia, un alemán, un mexicano y nosotros. Nos tiramos con la lancha como 3h para llegar a la zona donde están los tiburones, recordar que hablamos de los tiburones más grandes del mundo, comen plancton y miden hasta los 10m, o más. El trayecto es largo porque éstos se están alejando ya, y desde Holbox ahora es más lejos que hace unos días, por esto hemos tenido que pagar 1100 pesos por el tour, carísimo!!

Y sucede lo que nunca te esperas, por una vez que te puedes bañar con estos animales. Hay marejada, nos movemos mucho y no es aconsejable llegar hasta ellos, estamos como a 3 millas. Así que la práctica totalidad de las embarcaciones que nos disponíamos a disfrutar de un día de snorkel entre tiburones nos quedamos con las ganas y media vuelta (ayer vieron como 40 tiburones, manda huevos!, que mala suerte). Otras 3h para volver, eso si, nos paramos para hacer snorkel en una zona no muy buena para su práctica y almorzamos en la lancha. Mierda!!

A la vuelta al hostel, hablamos con el dueño, y conseguimos que nos devuelvan algo, que finalmente son 300 pesos, menos es nada, un tour inútil por 800 pesos, sin comentarios. Por la tarde, un ratito en la playa, preciosa puesta de sol con tonos rojizos impresionantes y cena de pizza con las chicas españolas en su hotel, hoy sí tengo el placer de conocerlas y la pasamos genial charlando y nos reímos un montón, buena gente. Quedamos con ellas a la mañana siguiente para tomar juntos el ferry de vuelta a Chiquila, porque también van a Cancún como nosotros a tomar vuelo pero hacia México DF. Y también iremos con Laura y Javi en el ferry y encima con ellos que sólo son dos iremos juntos en nuestro coche (dos caben, más imposible) hacia Cancún, ellos van a la zona hotelera a pasar unos días que les quedan.

Con esas que el ferry es a las 7am. Con Laura y Javi bien, porque nosotros llegamos con 2-3 minutos de tiempo y compramos el boleto. En cambio, Núria, Anne y Ana no las vemos, ohhh. Cuando el ferry está partiendo las vemos pero no les dio tiempo a cogerlo. Ciao ciao. Para nuestra sorpresa cuando llegamos al puerto de Chiquila, veo a Núria como una aparición por la ventana del ferry, ein?? Joderrr, jajaja, han contratado una lancha taxi, nos han adelantado en el trayecto y aquí están, que fuerte. Le tenían que dar una cosa a Jose y lo han conseguido!. Besos, abrazos y hasta pronto.

El viaje en coche de regreso a Cancún con Laura y Javi es de lo más ameno, nos la pasamos hablando y riendo, que buena gente son leches! Como siempre, de vez en cuando, conocemos gente interesante con la cual nos gustaría coincidir más días pero lastimosamente nos estamos despidiendo constantemente, es parte del viaje y así hay que tomarlo. Bien, los dejamos en Cancún y nos despedimos, nos deseamos suerte y hasta pronto chicos. Nosotros para el aeropuerto.

En la cola del check-in, ¿adivina con quien nos encontramos?... con las chicas, jajaja. Ellas haciendo el check-in para ir a DF. Bueno, pasamos el control de seguridad y nos pegamos un buen desayuno juntos para despedirnos y desearnos todo lo mejor. Besos chicas. Hay que resaltar que otra vez lástima no pasar más tiempo con ellas, son fantásticas.

Por suerte, Mexicana vuela sin problemas a La Habana y tomamos el vuelo con normalidad, nos vamos destino a CUBA!!