Hong Kong, New year's eve. Feliz 2011!!!

Llegamos a Hong Kong y tras pasar los ya consabidos controles de migración, recogida de equipaje, bla bla :-) nos vamos hacia Koolong, donde esperamos encontrar alojamiento relativamente económico en unos edificios que tienen un montón de guesthouses dentro, y será cuestión de tener suerte.

Desde el aeropuerto, ya de noche, tomamos un bus (el A21) comprando el ticket de i/v así ya tenemos el billete de regreso al aeropuerto para el día 1. Nos cuesta 55 HKD (1 Eur = 10 HKD aprox), más barato que comprarlo por separado ida y después otro ticket suelto para la vuelta (33HKD por trayecto). Bien de precio pues es un trayecto de 1h. Aunque de noche, en el viaje ya nos damos cuenta de la magnitud del lugar, brutalidad y exageración de edificios. Llegamos a destino, calle Nathan Rd, justo enfrente del edificio Shungking Mansion y...lo nunca visto (surrealista), nos asaltan como 10-12 personas sólo abrirse la puerta del bus ofreciéndonos alojamiento, la mayoría indios o de Pakistán. Increíble, no nos podemos ni mover, tenemos que decir que nos dejen espacio y que tranquilos que lo miramos pausadamente. Buahhhh...

Bien, tras ver dos guesthouse nos quedamos con la segunda, mucho mejor que la primera. Nos cuesta 200 HKD la noche (100 cada uno, o sea, unos 10 Eur la noche) que por las fechas que estamos está bastante bastante bien de precio. Estamos en el bloque B (el edificio consta de 4 bloques), piso 17. Se llega haciendo cola en un ascensor lleno de gente de distintas nacionalidades (africanos, indios, pakistaníes), con cámara, un vigilante para el ascensor que controla las subidas y bajadas del mismo. El edificio está en mal estado sucio, de hecho al llegar a la planta 16 (la última es a pie) vemos unos carteles informativos de un proyecto que hay de remodelación del edificio, lo necesita. No obstante, la habitación es correcta, es una guesthouse reformada y tenemos baño privado, dos camas, TV, wifi gratis! Aunque el espacio es pequeño pero para dos noches no necesitamos más.

 
En fin, que nos vamos a dar una vuelta, llegamos hasta la Temple St, donde hay un mercado nocturno muy chulo. La mayoría de puestos están ya cerrando pero nos impregnamos del ambiente, hay muchos barecitos, restaurantes en la calle para cenar (se ve a muchos locales comiendo aún). Todo está en chino!!! jaja, claro, como no. Chino cantonés aquí, no confundir con el chino mandarín de China, eh! Claro, si si, se distingue perfectamente. Tras comprar alguna cosilla nos vamos a la cama que mañana tenemos que visitar un poco HK.

El descanso nos viene de perlas. Nos levantamos eufóricos, hoy es 31 de diciembre y en unas horas dejamos 2010 y nos plantamos en 2011, que heavy metal. Y vamos a pasar el fin de año en Hong Kong!!!!

  
Nuestro recorrido empieza bajando la Nathan Rd, estamos a sólo dos pasos del puerto donde se coge el ferry para ir hacia el otro lado, donde está el Peak tram (tranvía), que nos lleva a la cima de una colina de unos 500m de altura y desde donde vamos a ver unas increíbles vistas de HK y sus edificios. El ferry son 2 HKD, super bien de precio y se tarda como unos 10 minutos en cruzar la bahía. En el otro lado nos metemos de lleno en la locura de los pasillos que conectan los distintos edificios, nos movemos por encima del nivel de la calle, y es muy divertido y distinto de lo acostumbrado, parece mentira como han hecho semejante locura. No podemos evitar pararnos a mirar las vistas de los rascacielos desde los pasillos cuando estás cruzando calles y puedes ver el exterior. En un momento dado nos bajamos ya a la calle y llegamos hasta la entrada del Peak Tram tras pasar por en medio de un parquecito. Vamos a subirlo y la bajada la haremos a pie. Aixxx que emoción! Son 25 HKD la subida, la pendiente hasta arriba oscila entre el 9 y el 27%. Son como 10 minutos de subida, aunque la cola es como de 1h o más. Y arriba que estamos, ahí como un centro comercial (buhhh, jaja) con tiendas y restaurantes pero lo más impresionante son los miradores y las distintas caminatas que puedes hacer, unas vistas que quitan el hipo, sesión de fotos of course.

  Tras un rato maravillándonos con el paisaje urbano exageradísimo y sobrecargado de HK, aunque único y precioso, iniciamos la bajada a pie, como una hora. Es muy lindo, no oyes todo el fervor del ruido de la urbe mientras bajas por la montaña por una ruta que está señalizada. A medida que vas llegando abajo se empieza a volver a oír el ruido de los coches, la gente, el bullicio de la ciudad de HK, increíble contraste.

Una vez abajo nos vamos de paseo hasta la zona del Soho, donde esperamos comer en algún sitio local (en el interim Jose se compra su tercer objetivo para la cámara del viaje, sus dos anteriores se han jodido). En el camino, vemos un restaurante que se llama Olé, ein?? con una bandera española y nos falta tiempo para entrar a investigar. Resulta que el chef, un tal Jesús, de Huelva, que viendo un día el programa de “Madrileños por el mundo” se enteró que en este restaurante regentado por un español se solicitaba chef españoles pero reconociendo que era difícil pues HK quedaba muy lejos. Ni corto ni perezoso el tío contactó con Telemadrid hasta dar con el susodicho señor. Hablaron, se vino a hacer una prueba y aquí que lleva 6 meses de chef exportando y enseñando sus conocimientos en este rincón del mundo. Charlamos un rato, nos deseamos suerte y vemos que la cena cotillón de la noche no nos alcanza, jaja, son como 88 Euros, noooo. Suerte Jesús!!  Antes de irnos nos recomiendan un sitio bueno, bonito y barato para comer, allí que vamos, está cerca del soho, en Wellington St. Ciertamente, rico rico, comemos unos dumplings y unos noddles buenísimos.

Luego nos sumergimos en la tarde por las calles del Soho, sus mercados en la calle, los restaurantes que están de preparativos para las cenas de la noche de fin de año, hay una calle que si no recuerdo mal se llama Shelley, que es larga y va de abajo a arriba de subida, y toda ella la puedes subir con escaleras mecánicas, curioso!

Finalmente, volvemos a la zona de embarque del ferry para volver a Koolong, tomar algo, pasear por la calles ya cortadas llenas de gente e irnos a las 8pm a ver un espectáculo de luces de los edificios desde la Avenida de las Estrellas. Está petado de gente, y el espectáculo es sencillamente ver todos los distintos edificios del otro lado de la bahía llenos de luces, colores y motivos navideños, muy muy bonito. Hay que estar ahí para entenderlo.

Luego nos cambiamos en la guesthouse y nos vamos a ver el count down a una zona no muy lejana, en plena calle, lleno de gente de allá, se ve que vamos a ver la cuenta atrás en uno de los edificios más altos con una perspectiva inmejorable. La espera se hace algo larga pero llega el momento, con todos los edificios iluminados aparece la cuenta atrás en el edificio mencionado, que pasada.

Así que 10...9...8...7...6...5...4...3...2...1...FELIZ 2011!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Eyyyyyyyyy, besos y abrazos. Un recuerdo para los amigos y la familia!

 
Y empiezan los fuegos artificiales, con una coordinación asombrosa por todos los distintos edificios enfrente de nuestros ojos. Wow!! Dura unos minutos y tras acabar aplausos, que bonito. Acabada la bienvenida del año en la calle nos vamos en metro hasta el otro lado de la bahía, a salir un poco de fiesta por el Soho, además con Jose nos quedan sólo 4 días juntos y empieza a tener sabor todo a despedida. Al primer bar que nos metemos resulta que nos lo pasamos bien, conocemos gente, charlamos, bailamos y naturalmente decidimos quedarnos hasta que el cuerpo diga basta, momento en el cual nos retiramos, todavía hay bullicio festivo en las calles, jeje, metro de nuevo de vuelta a Koolong y tras un ligero (o no tan ligero) tentempié nos vamos a dormir que debemos irnos a las 11h al aeropuerto que tenemos vuelo a Beijing al mediodía el mismo día 1 de enero sábado.

  Check out del hotel, bus de 1h de trayecto y de nuevo que estamos en un aeropuerto, check in, control de seguridad, migración, sala de embarque y adiós Hong Kong... Y en sólo 3h más o menos estaremos en Beijing!!! Dispuestos a visitar la Gran Muralla china, de 7500km de longitud.