Es día 1 de enero, parece mentira. Ya es 2011. Y donde ayer estábamos celebrando el fin de año en HK y bailando hoy llegamos a Beijing, República Popular de China, donde nos espera como plato fuerte una de las maravillas del mundo, la Gran Muralla china.
Lo dicho, llegada al aeropuerto de Beijing, lugar de celebración de los últimos juegos olímpicos del 2008. Bienvenidos al Chinatown más enorme del mundo, unos 1300 millones de chinos. Tras los respectivos controles salimos a la terminal. Tras informarnos de las opciones para llegar al centro, decidimos coger el tren airport express, que son 25 yuanes por los 16 del bus, pero vamos más rápidos y cómodos (1 EUR = 8 yuanes).
Tras 25 minutos de tren, éste nos deja en el metro línea 2 (circuito rectangular alrededor del centro de la ciudad), la que tenemos que coger hasta Quianmen, zona cercana a la plaza de Tiananmen, en la cual buscaremos hostel donde dormir por los siguientes 3 días. En el metro el espacio es un poco más jodido pero lo aguantamos bien. Hay varias pantallas de TV en cada vagón, y en las paredes de los túneles más imágenes con lo cual no te aburres. Somos pasto de la curiosidad de los chinos que nos miran y nos sonríen.
De camino a Quianmen y viendo la Lonely Planet decidimos finalmente bajarnos en la siguiente parada, Hepingmen, porque también hay otros hostels que pueden merecer la pena. Salimos a la calle, hace un frío de tres pares de cojones, joderrrrr, debemos estar sobre los 0 grados, o incluso algo menos. Buffff
Y ya algo cansados con el peso de nuestras mochilas en la espalda. Finalmente, tras unos 10 minutos de caminata, vemos un cartel que indica un youth hostel a la izquierda en una calle estrecha, creo que entramos de lleno en lo que aquí se llama un hutong. Los hutong son barrios tradicionales, callejones que forman el casco antiguo de la ciudad, muchas de ellas construidas durante las dinastías Yuan, Ming y Qing. Las casas tienen entradas estrechas y todas las habitaciones dan a un patio interior cuadrado. Se derribaron muchas por los Juegos Olímpicos pero todavía se pueden visitar varios.
Tenemos suerte. Se trata de un youth de la cadena de Hi, conseguimos cama en dormitorio compartido por sólo 40 yuanes cada uno (5 euros), o sea que 120 por tres noches cada uno. Es un dormitorio de 4 y estamos nosotros solos, no se ve casi nadie en el hotel. Hay una calefacción buenísima en la habitación, taquillas, el baño es exterior y compartido. Tras descansar un poco decidimos salir a cenar algo. Encontramos un pequeño restaurante donde casi no hablan inglés y, como podemos, pedimos un par de platos y algo de bebida. Les hacemos gracia a las dos camareras, intercambiamos alguna palabra de chino y español :-) Y un par de chicos que hay tomando algo parecido a un sake en otra mesa nos invitan a probar su comida, sus tragos, nos piden de hacernos fotos con ellos, juas, van algo bebidos, que majos.
Tras esta divertida y curiosa cena, volvemos al hotel y a descansar, que mañana tenemos menú completo con la plaza de Tiananmen, la Ciudad Prohibida y lo que se pueda.
Buenos días. Mmmm que bien se duerme y calentito con la calefacción y los edredones. Salimos cargados de energía y buen humor dispuestos a caminar y pasar un día divertido. La calle de nuestro hotel resulta que es bastante larga y cuando llevas unos minutos se anima y se convierte en una zona de tiendas, bares, restaurantes, puestecitos, de todo vamos. Nos vamos parando y curioseamos. Finalmente, salimos a una avenida principal que girando a la izquierda y subiendo llega directa a la entrada de la plaza Tiananmen entrando por la puerta de Zhengyangmen, desde el lado sur. Wow!
Mientras caminamos nos sorprende que algunos chinos nos paran y se quieren tirar fotos con nosotros, pues encantados y que curioso, super divertido. Siempre ponen los dedos en señal de victoria al tirar la foto, los imitamos claro, con nuestra mejor de las sonrisas.
Para entrar a la plaza hay un control de seguridad donde te revisan bolsas, mochilas en incluso te pasan un detector por el cuerpo. Estricto, ¿verdad? Señores, estamos en China. Pues todo cristo debe pasar por ahí por cualquiera de las entradas a la plaza, que son unas cuantas. Ya estamos dentro, siiiiii, que emoción, que grande es esto. El cuadrilátero de la plaza está construido siguiendo el eje sur-norte de la Ciudad Prohibida. Es la plaza más grande del mundo, con 880m de norte a sur y 500m de este a oeste. En medio de la plaza, aunque cerrado, se encuentra el mausoleo de Mao Tse-Tung. Allí descansa el cuerpo de Mao y una colección de recuerdos personales del Presidente.
Seguimos andando por la plaza por uno de los laterales al Mausoleo y hasta el otro lado, el lado norte, donde descansa un obelisco de piedra,monumento a los Héroes del Pueblo. Seguidamente, ya nos vamos hacia la entrada a la Ciudad Prohibida, un hervidero de gente, es domingo, festivo, y 1 de enero, alguien da más?. La foto de Mao, imponente, descansa enfrente de nuestras miradas pasando por el puentecito que te lleva a dentro, por la puerta sur. Una vez dentro, y por casualidad, decidimos contratar el tour para mañana visitar la Gran Muralla a través de una chica muy simpática que nos explica todas las actividades incluidas, nos gusta y el precio es bastante menor que en el hostel, son 150 Yuanes por unos 260. Hasta mañana a las 8am!!
Seguimos. La entrada al recinto de la Ciudad Prohibida creo recordar son 60 yuanes. La Ciudad está rodeada por un alto muro rojo. Aquí los emperadores chinos pasaban toda su vida, aislados del mundo exterior.
Una vez dentro, ya te sumerges en un mundo diferente. Actualmente se la conoce como Museo Palacio, se compone de 800 edificios y más de 9000 habitaciones. Es la mayor colección de estructuras de madera antiguas que se conservan en el mundo. El Palacio imperial está rodeado de un barrio denominado Ciudad Imperial. Es majestuosa y muestra de la fortaleza de los emperadores. No te lo acabas en un día. OMG!! Los detalles importan, grullas, dragones, rampas labradas, fosas. Eso si, hace una rascaaaaa, bbbbrbrbrrrr. Por cierto, en la visita nos encontramos unos españoles, uno de ellos es un payaso profesional navarro, que lleva 6 años viajando por el mundo y actuando gratis para los niños cuando y donde le apetece. Nos contaba que fue filmado hace unos días por el programa “Españoles por el mundo” y que saldría en febrero, si es que hay cada historia.
Bien, terminamos nuestra visita de la Ciudad Prohibida saliendo por la puerta norte. Y con esas que vemos una colina, la Colina de Carbón y pensamos lo bonitas que deben ser las vistas panorámicas de la Ciudad desde allí. Pues vamos. Son sólo 2 yuanes entrar. Y sí, efectivamente, merece mucho la pena. Luego salimos por el norte atravesando un parque que está lleno de gente mayor cantando, bailando bailes y canciones tradicionales, charlando, practicando deporte, es una estampa bella y te sientes realmente que estás en China. No veo turistas en este parque.
Seguimos andando y queremos visitar algún Hutong antes de irnos a cenar. Hoy Jose y yo nos vamos a pegar la cena padre, ya casi nos despedimos y nos lo merecemos. Paseamos por una zona muy interesante lleno de laberintos intrincados de hutones, y un lago (quizás Qianhai?) donde el agua está helada y la gente patina en él, con patines, sillas, que gracia. Rodeando el lago hay muchas tiendas, bares, pubs y restaurantes todo con muchas luces, es muy bonito. Es una zona con encanto que conserva el sabor del antiguo Pekín, Después llegamos hasta dos grandes antiguas puertas de la Muralla de la ciudad, las torres de la Campana y del Tambor. Finalmente, nos adentramos en las calles del hutong Nanluoguxiang, lleno de restaurantes, bares y cafeterías, así como tiendas varias. Nos sorprende ver algún puesto de churros, con el cartel en español y en chino, juas. Nos vamos a cenar!!
Nos decidimos por un edificio lleno de luces y colores, predominantemente el rojo, y con bastantes coches caros en el parquing, uy, esto parece el restaurante de reunión de las mafias chinas. Nos metemos dentro. Nos gusta, la carta es asequible de precio, los camareros van vestidos con trajes tradicionales y el trato es exquisito. Somos los únicos occidentales y somos la atracción del restaurante. Hoy toca pedirse el famoso roasted duck, pato laqueado. Más otros dos platos. La verdad chicos, no tengo palabras, hemos tenido una suerte, esta buenísimo!!! Buahhh, de verdad que no lloramos de la emoción por mantener la compostura. Y nos hacemos colegas de casi todo el personal, acabando la velada con fotos por doquier con ellos. Gracias. 谢谢 (Xièxiè). Tras este festival, nos sentimos felices, exhaustos, nos volvemos al hostel en metro y luego caminando. A dormir que mañana nos espera la Gran Muralla.
A las 8am más o menos llega la mini van con la guía, en inglés. Somos cuatro, nosotros dos y una pareja francesa, Julie y Roman, que viven en Valencia y hablan español. Esto promete. Esperemos, no obstante, que el precio del tour no traiga consigo alguna decepción. Iniciamos el día visitando un museo de jade, tira tira, 30 minutos de paripé, la guía que tiene que firmar y seguimos. Nos vamos al paso de Juyong, en la Gran Muralla.
Es una antigua fortificación construida y reconstruida para proteger la frontera norte del imperio chino durante las dinastías imperiales de los nómadas de Mongolia y Manchuria.
No está lejos de Beijing. Tenemos 2h para hacer una subida por la muralla, pasando por varias torres y hacer cima, como aquel que dice, y volver. Es una experiencia increíble, estamos aquí y no nos lo creemos. La subida es dura, de cojones, es un tramo básicamente de escaleras rompe piernas. Las vistas son espectaculares, te alcanza para ver otros tramos de Muralla en la lejanía. Hace frío, pero subiendo no se nota tanto. Uno se plantea como han hecho 7500km de muralla, en ocasiones en alturas considerables, aquí ha muerto mucha gente que está soterrada durante las obras, que duro debió ser madre mía. Dicen que es el mayor cementerio del mundo (aprox 10 millones de trabajadores murieron). Termina la visita a la muralla, ha sido genial y nos lo hemos pasado con los franceses muy bien. Buena gente.
Seguimos. Ahora nos vamos a comer a un restaurante chino, como no. La verdad, comida cuantiosa y buena. Luego visitamos un museo de seda (interesante visita), una casa de té donde compramos unos tea makers divertidos que cuando les echas el agua caliente se cambia la foto de un dragón por una imagen característica china como puede ser la Gran Muralla. Lo sacamos por 100 yuanes las dos tazas, jeje. También visitamos las tumbas de la dinastía Ming, como a 50km de Beijing. Están enterrados 13 emperadores. En realidad es una necrópolis. Durante el periodo de la dinastía Ming existía la creencia de que, una vez muerta, una persona seguía teniendo las mismas necesidades que cuando estaba viva. Por eso las tumbas están construidas como si se tratara de palacios, siguiendo las reglas de construcción marcadas por el Feng Shui.
Ya entrada la tarde, la penúltima visita es recibir un masaje de pies!! Juas. Surrealista. Nos meten en una habitación, metemos los pies por 10 min en un cubo con agua a 40 grados, un señor mayor nos regala un sermón sobre las artes medicinales tradicionales chinas, luego llega el Dr. Magic Tibet, jajajaja, un tío que me mira las manos, me hace un par de preguntas y me dice que “ok estás bien, sano” (graciasssss). Finalmente recibimos por otros 10 min el susodicho masaje de pies, nos lo hace unos estudiantes usando un aceite. En fin, curiosa la estampa de nosotros cuatro.
Nuestra última visita es el estadio olímpico de Beijing y el cubo mágico. Se ve muy bonito pues ya es de noche y están iluminados. Se acaban las fotos para mi viaje, snif snif. Fin del tour, propina para la guía y nos vamos con los franceses al … Mercado nocturno de comida, nyam nyam.
Es como un lateral de una calle llena de puestos donde se vende de todo, carne, vegetales, frutas, dulces, insectos varios, buahhh. Parece divertido, nos sumergimos? Vamossss
Para resumir, ha habido momentos de todo, pero lo más destacado ha sido probar la carne de serpiente para mi, no estaba muy buena la verdad, y lo mejor.. el escorpión!!! una brocheta con 3 escorpiones clavados. La verdad, grabación incluida para la posteridad, estaban bueno, crujientes y sabrosos. Tras esto, nos vamos con Roman y Julie de nuevo al hutong Nanluoguxiang a tomar algo con ellos y así despedirnos. Volvemos antes Jose y yo en taxi al hotel, a la tercera fue la vencida porque ni enseñando con la Lonely el nombre del hotel en chino y con el mapa nos querían llevar. Tardamos como 25 minutos en taxi y sólo nos cuesta 1 euro por cabeza. Ya en el hostel nos dedicamos a preparar las cosas para mañana, que ya me voyyyy, Jose me da una bolsa llena de regalos para entregar a su madre (voy a estar dos noches allá en Madrid en su casa antes de volver a Barcelona), incluida la noche de Reyes Magos. :-)
Y toca la hora de irse a dormir. Mañana es día 4 y a las 8.30am debo salir hacia el aeropuerto. El vuelo es a las 12h. Ohhhh han sido casi diez meses para mi, no tengo palabras para describir mis sentimientos, totalmente encontrados, por una parte feliz por volver y deseoso de iniciar los nuevos retos que la vida me depara pero por otra triste por separarme de Jose y terminar nuestra aventura. No sé cuando nos volveremos a ver ya que en febrero me voy a vivir a Uruguay y él vuelve a España en marzo tras visitar China (quizás Tibet) y la India. Jose me acompaña al metro y hasta el cambio para coger el airport express (tren). Nos abrazamos efusivamente, nos miramos, sabemos que es un momento único y especial. Gracias por todo lo compartido amigo, GRACIAS... y mucha SUERTE!!!! Buffff, que fuerteee, me muero de amorrrr
Tras la triste despedida,me dirijo al aeropuerto, me equivoco de terminal, tomo un free shuttle bus hacia la terminal correcta, check in (ya me despido de mi mochila hasta Madrid), control de seguridad. Bien, aquí me detengo un momento ya que me han retenido unos minutos pues revisando la bolsa de los regalos resulta que Jose compró un mechero gigante (regalo broma para un familiar fumador) y claro, se considera un objeto peligroso por las autoridades chinas, lo entiendo y se lo quedan.
Sigo, paso a la zonas de las puertas de embarque y allí paso mis últimos minutos en China pensando en todo lo que he vivido y he aprendido en esta aventura. Bueno, toca volar un poco, no? En mi próxima y creo última entrada os contaré mi viaje de vuelta, tiene lo suyo ya que por sorpresa he vuelto en Business Class, juas!!!