Lima, PERU

 

Alrededor de las 12.15pm aterrizamos en el aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima, han sido 5h de vuelo (en Perú son 2h menos que en Brasil, o sea, 7h de diferencia con España). Una vez pasamos el control de migración nos espera en el aeropuerto un chico de CouchSurfing, Joel, con quien contactamos para alojarnos o quedar con él, no vamos a su casa pero se ofreció a ayudarnos a nuestra llegada. Estamos con dos australianos que encontramos yendo para el aeropuerto en Sao Paulo y con los que casualmente compartimos habitación en Iguazú. Los cuatro finalmente, después de sacar dinero del cajero (cambio divisa 1 euro = 3,8 soles), tomamos un taxi compartido hacia el barrio de Miraflores (zona turística de mochileros, tranquila) en Lima, 50 soles los cuatro.

Una vez allí, nos despedimos, ellos se quedan en un hostel y nosotros vamos hacia casa de Helena, nuestra host en Lima de CS, su casa está cerca de Miraflores pero realmente es el distrito de Surquillo, en una zona no totalmente segura según qué horas y por donde andes por la calle. Como Helena trabaja hasta la tarde, dejamos las mochilas en una oficina en Miraflores donde trabaja Ronnie, un amigo suizo de Helena que vive en su casa. Acto seguido y para aprovechar hasta la tarde nos vamos primero hasta el mercado de Surquillo y allí comemos un menú de 5 soles, sencillo pero en cantidad abundante, un lugar muy local.

Después vamos a una caseta de información turística donde a parte de explicarnos las cosas por visitar en Lima una chica peruana, Rosana, se nos ofrece desinteresadamente para enseñarnos una Lima menos convencional al día siguiente, esto es, las ruinas de Pachacamac (como a 30km de Lima), un barrio de artesanos en Lurín (al sur de Lima) y Villa María – Nueva esperanza (asentamiento humano o pueblo nuevo donde vive Rosana, lugar teóricamente poco recomendado a los turistas). Nos parece una chica simpática y aceptamos.

Seguimos nuestro paseo por Miraflores y visitamos una calle con tiendas de artesanía, luego nos dirigimos hacia la playa, donde hay el centro comercial Larco Mar en lo alto de un acantilado con unas vistas espectaculares, viendo las olas infinitamente anchas y la fuerza vigorosa del océano Pacífico. Ya retornamos a la oficina y por fin nos encontramos con Helena y, junto con Ronnie, nos vamos juntos a la casa de Helena, donde también vive su madre y otra chica, Liliana. Allá pasaremos las próximas cinco noches.

La primera noche, relax, no salimos. Segundo día, 21 de mayo. Nos vamos en combi (busito pequeño, 1.20 soles) a la puerta principal de la Universidad Ricardo Palma, donde nos espera Rosana. Con ella, tomamos otro bus (2,5 soles) hacia Pachacamac. Llegamos a la entrada principal del recinto de las ruinas de Pachacamac. No se paga entrada hoy pero sí que por el guía pagamos 20 soles con quien vamos a recibir una visita guiada al museo y después a las ruinas propiamente. Nos gusta la visita, hace calor, vemos antiguos templos, pirámides, lugares donde venía la gente en peregrinación, de distintas épocas hasta los Incas que construyeron el Templo del Sol en lo más alto del cerro (=dominación), desde donde by the way, hay una bonita vista al mar.

Después tomamos otro bus y nos vamos al barrio de artesanos del pueblo cercano de Lurín. Allá, somos recibidos muy amablemente y se nos muestra algún taller de artesanía de cerámica, tejeduría, con alguna demostración incluida. Parece mentira pero bajo encargo se siguen haciendo artesanalmente alfombras tanto para colgar en la pared como para el suelo con una máquinas de tejer que me transportan a otras épocas lejanas, lo hacen chicos de 23-24 años que trabajan una media de 10h al día.

Ahora se acerca la hora de comer, empezamos a tener hambre, nos tomamos otro bus y vamos hacía Villa María, Nueva Esperanza lugar donde vive Rosana y que no es donde vayas a ver turistas, es donde años atrás gente de otros lugares del país en busca de una vida mejor vino, y se ubicó en estos suburbios de Lima donde no había absolutamente nada (zona árida y de cerros) y se hicieron sus propios hogares, se convirtieron en comerciantes, y con el tiempo el lugar fue llamado pueblos nuevos y también asentamientos humanos. Donde nos deja el bus hay bastante actividad, ahora bien, a parte del mercado donde comemos por 5 soles, a la que te alejas dos jirones (calles) el gentío disminuye drástica-mente. El paseo con Rosana es agradable, nos cuenta que en la parte de los cerros donde se ve la dificultad de llegar a tu propia casa se están construyendo lo que se llama escaleras solidarias (de color amarillo) para ayudar en la subida y facilitar el acceso, los vehículos no pueden llegar, sólo según donde alguna mototaxi. Las vista desde el cerro es significativa, casas o lo más parecido a ellas distribuidas caóticamente, la humildad y pobreza del lugar está presente en el ambiente.

Se hace tarde, volvemos en bus con Jose (nos despedimos de Rosana) a la zona de Miraflores. A la noche, fiesta!! Nos vamos con un grupo de gente a la Peña del carajo, en la zona de Barranco, vamos Helena, Ronnie, Cyntia (otro contacto que yo tenía en Lima), Jose, Liliana y un amigo de Helena. Allá nos recibe un amigo de Cyntia que trabaja en el local, nos tratan muy bien, música en directo, pisco sour, pista de baile, en ella, bailan hasta los de seguridad en una parte del show, y como cachondeo final bailamos los turistas, quienes salimos a la pista y uno por uno (my God) salimos, nos ponen música y tenemos que demostrar nuestras dotes de baile por un minuto, el que mejor baila una botella de Pisco Sour, el resto, entre los que evidentemente me incluyo nos dan una botella de cerveza. La pasamos genial!!

Tercer día, 22 de mayo. Nos vamos no muy temprano (jeje) al centro histórico de Lima, en bus claro. Visitamos la plaza de Armas (con la catedral y el Palacio de Gobierno), la plaza San Martín. Comemos el famoso Ceviche mixto (plato con ensalada, distintos pescados y marisco como calamar, pulpo, salmón, etc., en pedazos acompañado también de choclo, un poco picante) y después vemos el cambio de guardia en el Palacio con orquesta y show de los soldados con las escopetas, bonitas coreografías.

A las 7.15pm llegamos justos en taxi al Parque de la Reserva para ver el espectáculo del circuito del agua, un show con agua, música, colores, imágenes sobrepuestas en el agua por unos 20 minutos, después hacemos el recorrido por las distintas fuentes y lugares de diversión con el agua como protagonista. Divertido! Vuelta a casa, es sábado, y hoy se celebra el cumple de Helena, en un bar en San Isidro, se reúne un grupo todavía más numeroso con amigos de Helena y gente de CS, entre los cuales también está Joel.

Noche de charla, cervezas primero y finalmente acabamos en otro local de baile con música en directo, y que el ritmo no pare.

Cuarto día. Volvemos a la zona centro. Empezamos en plaza San Martín, comemos de nuevo Ceviche en un bar con menú de 12 soles, rico rico! Seguimos hacia plaza mayor (=plaza de Armas) y nos vamos a visitar el convento de San Francisco y sus catacumbas. La verdad que una visita muy recomendable. Después, seguimos hasta la plaza Simón Bolivar donde se ubica el Congreso de la Nación y el museo de la Inquisición, el cual visitamos también, y vemos las torturas que se hacían en esa época (madre mía!). Para el día siguiente tenemos concertada visita guiada por el Congreso a las 14h. Seguimos paseando por el barrio chino (nada de chino, sólo una calle prácticamente y las tiendas las lleva gente local, fake chinatown). Ya es oscuro, nos tomamos tarde libre, relax.

Quinto día, lunes 24 de mayo. A la mañana vamos en bus para ver el Museo Arqueológico y Antropológico con la desagradable sorpresa que es lunes y está cerrado. Por suerte, cerca caminando está el Museo Larco (también arqueológico), entrada 30 soles (que caro!) pero gracias al carné de estudiante internacional me queda por 15 soles (vale lo mismo que un hostel, endevé). Visita obligada, a decir verdad, es una colección privada imponente figuras de piedra tallada, tejidos para vestir o de decoración, cerámica, armas ceremoniales, herramientas, orfebrería, elementos de ornamentación de sacerdotes (coronas, collares, etc.) o usados en las luchas previas a los sacrificios para apaciguar a los dioses, además de unas muy buenas explicaciones por escrito que te ayudan a entender las diferentes etapas de las distintas culturas pre-colombinas del norte, centro y sur de Perú anteriores a los Incas, los últimos indígenas antes de la llegada de los colonizadores españoles que transformarían al catolicismo a éstos pero también influenciando en todo lo relacionado en la sociedad inca como la producción artesanal, artística, las ceremonias religiosas, cerámica, instrumentos musicales, vestidos, etc. Me llama la atención el distinto significado que tuvieron oro y plata (sol y luna) en esas culturas, era usado como elementos de ornamentación y de culto en las ceremonias a los dioses, no como algo de importante valor económico para comerciar, que es lo que significa para los europeos llegados a partir del descubrimiento del nuevo mundo. Fin de la visita.

Rápidamente cogemos un taxi y llegamos justo a tiempo a la cita de las 14h en el Congreso, donde ya la guardia nacional en la puerta principal tiene un papel con nuestros nombres (la reserva nos la ha hecho una persona que trabaja en el congreso para un congresista). Nos hacen pasar a una sala de espera y llega el guía, un chico joven de 23 años. Recorremos las plazas del frente (Simón Bolívar) y posterior del edificio, la sala donde se realizan sesiones de comisiones de trabajo, ruedas de prensa, en la visita siempre presentes las dos columnas estilo francés ya sean éstas dórica, jónica y corintia. Seguimos por el hemiciclo principal, lugar donde los días martes y miércoles los congresistas tienen plenos. Una semana al mes los congresistas viajan a sus respectivas provincias para hacer labor de representación con el pueblo y recopilar quejas, demandas para trasladar al congreso. Dentro del edificio del congreso vemos también el pasillo de los pasos perdidos, muy bonito, así como algunas que otra sala. Finalmente, vamos afuera a ver la tumba del soldado desconocido, esto es un homenaje a un chico de 16 años que murió en una batalla con los chilenos donde los peruanos cayeron derrotados perdiendo la ciudad de Lima en ese entonces y se le encontró muerto llevando como 80 disparos en su cuerpo y toda su indumentaria y armas encima. En esa época faltaba gente para combatir y reclutaban chicos muy muy jóvenes y sin ningún tipo de experiencia en combate ni de disparar armas.

Una vez salimos del congreso, comemos a paseando nos vamos a tomar bus hacia el centro comercial Larco Mar para que Jose, por fin, se compre unos pantalones convertibles que los llevaba buscando desde Argentina. Luego, nos vamos hacia el distrito de Lince donde hemos quedado con Cyntia, que nos ha podido conseguir a mejor precio un par de celulares (móviles) nokia 1208, los recogemos, seguidamente los liberalizamos y le ponemos saldo recargable y, en adelante, con cada cambio de país, ya no tendremos problemas y nos podremos comunicar entre nosotros si no estamos juntos o con la gente que vayamos conociendo local o otros viajeros.

Tarde-noche de tranquilidad y a la mañana siguiente nos despedimos de Lima, de Helena y de Ronnie. Salimos en bus con Perubus por 22 soles hacia Pisco, son unas 4h de trayecto. Lima, que puedo decir, ciudad muy muy grande (entre 8 y 10 millones de habitantes), tráfico caótico, a ver quien pita más, entre combis, colectivos, carros, mototaxis, motos, etc. Mucha gente siempre por las calles, menos de noche claro. Contrastes entre lo que es la Lima del centro histórico o los distritos turísticos de Barranco, Miraflores (bien arreglados, más limpios) con otras realidades de Lima como pueda ser Villa María y esos asentamientos humanos que contaba antes. La comida, rica y muy variada. La gente, generalmente muy amable y generosa. Y, como no, el regateo para los taxis, divertido. El clima de estos días fue siempre nublado, hay una permanente neblina que cubre el cielo limeño, ahí hay parte del problema de la polución en esta ciudad.

Próximo destino, Pisco para hacer el tour de Islas Ballestas y Reserva Nacional de Paracas, ciao!!

Morro de Sao Paulo (Bahía), fin etapa Brasil

 

    Una vez en la isla, subimos una cuesta cortita pero super empinada con los mochilotes y digamos que entramos en el pueblo de Morro. Se trata sobre todo, de cara a los turistas, de una calle principal de arena que es por donde tiene lugar toda la actividad turística, es decir, tiendas, restaurantes, pousadas, agencias de tours, etc.

Tenemos al final de la calle una bajada pronunciada que nos lleva a la praia (playa) 1, si seguimos la calle principal pasamos a la praia 2, que es donde se concentra la night life en Morro, llena de restaurantes, puestos de venta de sucos y caipirinhas, unas tiendas más, muchas pousadas de diferentes precios. Al final de la praia 2, hay la continuación del camino y entramos en la praia 3, que es mucho más tranquila y donde básicamente tenemos algunas pousadas más (dicen que básicamente es la zona de pousadas para gente de Israel, cierto, pues haberlos haylos y incluso los carteles de algunas pousadas están en hebreo) y praia también desde donde salen algunos tours para por ejemplo dar la volta a l'Illa en un día. Finalmente, al final de la praia 3, entramos a la praia más lejana y también la más larga, la praia 4. Lo que acabo de contar, sobre todo las dos primeras playas es donde se concentra toda la actividad principal turística de Morro.

En fin, nosotros, un poco cansados, decidimos instalarnos para la primera noche en el pueblecito principal de la praia 1, en una pousada donde pagamos 55R$ por noche en habitación con baño, TV y nevera para los dos, aunque tiene realmente 3 camas. No hay casi nadie en la pousada.

Nos vamos a dar una vuelta para conocer esto de las praias del lugar e investigar un poco en busca de otra pousada diferente y con internet (wifi) pues la nuestra no tiene. Con esto que pasamos por delante de un bar con terraza donde hay “happy hour”, jaja, de 18 a 20h, hmmm, interesante, no? Nos quedamos con el sitio en la retina.

Después del passeio (paseo) decidimos que nos gusta una pousada muy tranquila de la praia 3 que tiene wifi, piscina de dimensiones muy reducidas pero piscina al fin y al cabo, hamacas delante de cada habitación, un loro, todo por 25R$ cada uno por noche con café de manyá (desayuno) incluido. Hechos los deberes, volvemos a nuestra pousada y decidimos casualmente aprovecharnos de la happy hour del bar y nos sentamos en la terraza. En fin, que caen algunas caipis, y después con la alegría nos vamos a comer una pizza en otro restaurante que tiene una promoçao (promoción) que parece interesante e incluye... caipirinha gratis, jeje.

Bueno, la noche no da más de si, ha sido beber caipis porque si, porque nos gusta. A dormir!

Segundo día, cambio de pousada. La única nota no positiva de ésta, es que no hay gente, sólo una pareja de Israel. Esto quita un poco de vidilla al lugar, pero es que estamos en temporada más bien baja y se nota no sólo en la pousada sino en general. Nos vamos de passeio de nuevo, como una especie de beach trecking, a caminar por la arena, durante como 2h hasta el final casi de la praia 4, como nota curiosa está el tema de la marea en este lugar. Sube y baja más de una vez al día y de una forma considerable, tanto, que a la vuelta del paseo me encuentro pasando de la praia 4 a la 3, con el agua hasta más arriba de la cintura por el camino que había venido, brazos en alto con mis havaianas (sandalias) y la toalla. El paseo estuvo hermoso, viendo algunos hoteles realmente bonitos en partes de la playa más bien sin gente, luego un hombre con un burro vendiendo agua de coco, caballos que pasaban al galope, algún 4x4 o tractor.

A la tarde, tranquilidad, sólo a la noche me voy un rato a una fiesta que había en la praia 2, claaaaro, en la arena con puestecitos en forma de cuadrado donde te venden fruta, comida y las caipis ya sean de lima, u otras frutas. En medio, la fiesta. Hasta la 1h prácticamente vacío. Básicamente, gente del lugar bailando y viendo por donde iniciar el ataque con las chicas extranjeras, la mayoría, como decía, de Israel. Ahh, y yo, que me retiro temprano.

Tercer día, después del desayuno, muy agradable y completo por cierto, hacemos el primer intento para hacer la excursión de la volta a l'Illa, que es de 9.30am a 17h e incluye paseo con lancha rápida y guía por distintos lugares dando literalmente la vuelta a la isla, visitando unas piscinas naturales para hacer snorkel, visitando alguna playa de la isla de Boipeba, un bar flotante donde puedes hacer degustación (pagando) de ostras, y el pueblo de Cairu (segundo pueblo más antiguo de Brasil de estilo colonial) para acabar de nuevo en Morro.

Que sucede... lluvia!! Se cancela la excursión hasta el día siguiente. Pasamos el día de relax en la pousada y a la noche mientras nos disponemos a cenar conocemos a tres chicas, dos de Donosti y una de Santander pero que también vive en Donosti, las tres son residentes en el hospital de Donosti. Cenamos juntos los cinco. Luego, resulta que hay una fiesta precisamente en la praia 2, donde nos encontramos y en la pousada de las chicas, Funny, que es precisamente el lugar que organiza esta fiesta. Pallí que nos vamos. Bebemos, bailamos, la pasamos muy muy bien!

Cuarto día, 15 de mayo, resulta que nuestras nuevas amigas españolas también habían reservado la misma excursión con la misma agencia que nosotros por lo que a la mañana nos vemos en la misma caseta del día anterior y en la misma situación, lluvia... se cancela por segunda vez!! Pues a la pousada que nos vamos a dormir. Los días se suceden como una rutina. Te levantas, desayuno, vas a intentar hacer la excursión, no puedes, lluvia, pousada, relax, pasan las horas, a las 17.30h ya se hace de noche, y te encuentras que ya toca ir a cenar y prepararte para las caipis y un poco de baile. Que estrés!!! Jajaja. Añadir que en un par de días, ya conoces a la mitad de la gente que transita por la isla, y ellos a ti, como por ejemplo los de los restaurantes de la praia 2 que siempre intentan atraerte con las promoçaos y te acabas haciendo colega de algunos.

La noche, de nuevo cena con las chicas en otro lugar que teníamos echado el ojo, con una BBQ brasileira de carne y la primera caipi gratis para variar. Hoy la fiesta es en la zona del forte (justo en un cerro que hay al llegar al puerto), llegas por un camino que nunca pensarías que nos dirigimos a una especie de disco tipo … Ibiza!! Juas. Eso si, llueve por momentos, suerte que hay zonas cubiertas que si no. Nos retiramos no muy tarde, serían las 3 que al día siguiente hay que... volver a intentar hacer la pu … a excursión.

Finalmente, a la tercera va la vencida. Y eso que el día tampoco es que esté muy pallá, pero suficiente para que decidan que vale la pena salir. En fin, los cinco, más otras 15 personas más o menos, nos vamos en una lancha rápida hacía las piscinas naturales. Esta parte del trayecto estamos ante mar más abierto y no veas los botes que pegamos con la lancha. De hecho, dos de las tres amigas se nos ponen algo malas. Ya en las piscinas, llueve... pero bueno, sin la mejor visión para disfrutar de los peces, a nadar y mirar coral y pececitos. Segunda parada, y después de sortear un banco de arena haciendo un par de volantazos impresionantes nuestro experto conductor, en una playa de la isla de Boipeba, a la cual tenemos visita a la villa de Boipeba. Un pueblecito muy lindo la verdad, dentro está toda la gente como de preparativos de fiesta, la plaza principal engalanada, nos mezclamos con los lugareños, incluso vamos a un lugar donde nos muestran vestidos típicos del ritual del candenblé (un ritual religioso), música, la comida típica, interesante!

Seguimos con la visita al bar flotante y ya navegando como por canales (sin oleaje) donde en mi caso pruebo una ostra, la típica con lima eso si, y otra gratinada que me ofrecen una amable y simpática pareja brasileña. Muy buenas las dos, me quedo con la gratinada, rica rica!

Finalmente, volvemos con un poco más de lluvia en el trayecto hasta Morro.

A la noche, cena tranquila, y nos retiramos pronto a la cama. Para el día seis, 17 de mayo, toca despedida con las chicas, se vuelven para España. Suerte y hasta luego! Hacía el mediodía decido hacer una excursión por mi cuenta, camino por la playa desde el puerto dirección al pueblo de Gamboa (por el otro lado que el de las praias digamos). A medio camino, a unos 35' está un lugar donde te untas una arcilla rojiza por el cuerpo junto el barro y te tienes que esperar una media hora hasta que la piel se te pone blanca, momento en el cual te metes en el agua y listo, divertido, en el lugar conozco a un chico y dos chicas de Israel (que sorpresa, eh?) y me junto con ellos, nos vamos hacia Gamboa, bonita playa, y desde allá nos volvemos para Morro esta vez con barco (2R$) ya que la marea ha subido y es peligroso volver por el mismo camino que he venido.

Llegamos a Morro y como con ellos en un restaurante muy local, metido en unas callejuelas cercanas a mi pousada, por un precio mucho más reducido que los restaurantes de primera linea de mar de la praia 2 para entendernos. Comemos los cuatro por 40R$, diez por barba, es decir, como algo más de 4 euros cada uno, y se trataba de un buen plato con arroz, ensalada, feijo (legumbres con una salsa oscura), pollo empanado encebollado, con bebida incluida.

La tarde pasa tranquila, con los de la pousada ya casi somos colegas, de hecho, nos regalan unas camisetas sin mangas de la pousada con las que nos hacemos una foto y se la ponemos de fondo de escritorio del pc donde los clientes se conectan a internet. Como anécdota, os digo que los dos últimos días estamos solos Jose y yo en la pousada, lo que oís. Noche de cena en una terraza tranquilitos y a morir en la cama.

Día 18 de mayo, toca despedida de la isla, fue un placer, mucha tranquilidad, quizás demasiada? Pero estuve bien, a no ser porque el tiempo no acompañó, los mejores días el primero y el último, el que nos vamos, manda huevos. En fin, que de nuevo, barco, onibus por dos veces y ferry para llegar de nuevo a Salvador, taxi y llegada de nuevo a casa de Grayce, nuestra ya amiga que nos espera con los brazos abiertos. Esta noche, cena en casa con Grayce y una amiga suya, Manuela.

Cenamos Biju, como unas crepes pero hechas de goma de farina y sal, luego relleno al gusto. Y caipirinha, como no, jeje. La pasamos muy bien. Gracias por todo Grayce!!

Al día siguiente, nuevamente despedida y para el aeropuerto de Salvador. Vuelo a Sao Paulo, dos horas y pico y llegamos a Guarulhos, desde allá transfer incluido hasta Congonhas, el otro aeropuerto y donde cerca viven Guther y Renata. Llegamos a primera hora de la tarde, reencuentro emotivo, para la cena nos han preparado cena brasileira, una torta de frango (=pollo) increiblemente buena, de postre, me chupé los dedos con los trozos de platano bañados en chocolate, leche condensada y mantequilla mezcladito calentito, nyam nyam!! Gracias Renata, I love you!!

En fin, despedida de nuestros amigos y del perrito Chichilo, y vuelo a las 8.25am desde Sao Paulo a Lima, nos vemos en Perú amigos. 

Salvador de Bahía

 

La verdad que la noche en el Rodoviaria de Río esperando el p...to bus para Salvador de las 10.30h fue un suplicio (I can't the more now grijander a page the gromenhauer...). Pero, en fin, llega la hora y, dale dale, otras 29h para Salvador. Paramos treinta y tres mil veces para cambio conductor, comer, bajada subida de pasajeros, que se yo...

Llegada a Salvador, domingo 9 de mayo a las 15.30h. No tenemos alojamiento de Couchsurfing y cuando nos disponemos a coger un taxi para ir a la zona de Barra a por hostel... Oh my God! nos encontramos con la increíble casualidad que la chica de CS, Grayce, que le preguntamos para que nos alojara aparece ante nuestros ojos en la terminal de bus. Increíble porque le dijimos primero una fecha, luego otra, y finalmente le enviamos un mail diciéndole que llegábamos el domingo pero sin la posibilidad de ver su respuesta a tiempo. Resulta que volvía de ver a sus padres que viven fuera de Salvador y como estaba en la terminal y había llegado el onibus de Río pues, pam, the world is such a small place, jeje

En fin, con la felicidad en el rostro aunque jodidamente cansados por el viaje vamos en bus ejecutivo (el normal cuesta 2,30R$, éste, 3R$ y es más cómodo y tiene AC) hasta el centro que es donde vive Grayce y desde la parada caminando unos 5' hasta su casa, un octavo piso muy acogedor y con unas vistas nada despreciables de una parte de la ciudad con la bahía de fondo.

El día no dará para mucho más, ducha de recuperación, charla más que agradable con Grayce, persona dulce donde las haya y de trato exquisito, buena gente vamos.

Al día siguiente, lunes, a la mañana vamos los tres caminando hasta un centro comercial cercano para ir a una agencia de viajes a reservar el vuelo para el día 19 de mayo de Salvador a Sao Paulo (donde dormiremos en casa de nuestros amigos Guther y Renata again) porque el 20 nos vamos para Lima, Perú. De camino al centro comercial vemos una actividad frenética en las calles, nada que ver con pasear de noche pues la oscuridad no invita a caminar sólo a ciertas horas, hay mercado todos los días por las calles y te encuentras de todo comida, ropa, juguetes, complementos, etc., otra diferencia respecto de otras ciudades de más al sur es que aquí hay mucha más gente negra, afrobrasileña, estamos en Bahía, en el norte y se nota.

Grayce se vuelve para el piso que trabaja y con Jose nos vamos caminando hacia el Elevador de Lacerda que es el ascensor que por 0,15R$ te lleva desde la cidade alta a la cidade baixa.  Allá, tenemos enseguida ante nuestros ojos el Mercado Modelo, lugar donde cohabitan mil y un puestecitos muy auténticos y locales donde tienes un poco de todo relacionado con la cultura bahiana, o cosas típicas para comprar de regalo, y también hamacas con la bandera de Brasil pintada :-) 

Y siguiendo el consejo de un amigo (Sergio, you know) cae la primera caipi, en la segunda planta del Mercado, del día junto con un churrasquinho de ole. Ya con el hambre y la sed saciados nos vamos a la boleteria marítima que está al lado a preguntar precios y opciones para ir a la isla de Morro de Sao Paulo, nuestro próximo destino.

Volvemos a tomar el ascensor de subida,me tomo un heladito de Grandiola para bajar la comida y nos vamos hacia la zona del Pelourinho, auténtico foco histórico de la cultura bahiana y del pasado colonial repleto de edificios desgastadísimos de colores, calles empedradas, iglesias por doquier, y gentes curiosas en las calles, tiendecitas, bares, locales de bailes, de capoeira. En la plaza más céntrica nos entra un chico que es pagado por la ciudad para mostrar la zona a los turistas (es decir, que no le tenemos que pagar nada) y con él, muy majo, realizamos una visita más que agradable a toda la zona y sus entresijos, sus iglesias, sus pousadas para los turistas, museos...

De vuelta, nos paramos a tomar una caipirinha en un bar super local donde pasamos un rato agradable, y donde se nos ofrecen un par de chicas para algo más que tomar algo, pagando nosotros claro (esto también forma parte de la zona del Pelo, que le vamos a hacer), agradecemos el ofrecimiento y declinamos tan sugerente “invitación”. Por cierto, una anécdota es que durante todo el puñetero día te están intentando vender unas pulseritas por la calle, así como pidiendo dinero, etc., también es parte del lugar en el que nos encontramos.

Tercer día en Salvador y que toca... playa!! Nos vamos en bus a la zona de Barra. En el trayecto conocemos a un señor mayorcete, Chema, que lleva 35 años en Brasil, un tipo muy curioso, cántabro, con el que compartimos conversación y con quien caminamos juntos por la zona de Barra hasta la playa (para mi, este señor es el típico que ves en los programas tipo españoles por el mundo, jaja). La playa de Salvador es bastante larga, pero no le encuentro nada especial, caminamos hasta un faro,  y seguimos bordeando la costa hasta la playa da Porto, donde nos tomamos un refresco, un boulinhas de Camarao (gambitas chiquitas) y listos para tumbarnos en la arena. Bañito, siesta, mil vendedores ambulantes que te ofrecen hasta mojarte con agua de mar los pies para refrescarlos, y por fin llega una preciosa puesta de sol, con caipi incluida claro. Vuelta en bus para el piso.

 

Hacía las 20h, y después de una ducha, nos vamos con Grayce caminando a la zona de Pelo para asistir a un concierto de música bahiana gratuito en la zona de las escaleras de la Iglesia de San Francisco. Y no veas!! Autenticazo, que ambiente, cuanta gente, mucho reggae, marihuana flotando en el ambiente, y nosotros baila que baila. Otro de los momentos del viaje con seguridad. Después del concierto de vuelta y todavía por la zona de Pelo asistimos boquiabiertos a otra actuación callejera de una banda, de ritmos afros con un ruido estruendoso con los que nos quedamos alucinando por la belleza, calidad, fuerza, pasión que le ponen.

Finalmente, cena en la plaza de la Iglesia del Oro, con otro concierto en directo de fondo y vuelta en taxi para casa a las 00.00h donde a pesar del cansancio Jose se curra una tortilla de patatas y cebolla que para ir a la camita no está nada mal, si?

Mañana del miercoles 12 de mayo, y después de una despedida emocionada con Grayce, nos vamos en taxi hasta la estación marítima de Sao Joaquim para irnos hacia Morro. Optamos por una opción más económica aunque de más duración pero es que tampoco tenemos prisa, en vez del catamarán de 75R$ y 2h de trayecto tomamos el ferry hasta la terminal de Bom Despacho en la isla de Itaparica por 3,95R$, luego un bus de 1h30' hasta Valença por 13,5R$ y finalmente una embarcación otra hora y media larga por 6,70R$ desde Valença hasta Morro, total salimos a las 11h y llegamos a Morro a las 16h. 25R$ en vez de los 75R$ Tudo bem!!

Llegas a Morro y eso sí, hay que pagar una tasa de 10R$ para entrar, venga daleeee.

RIO DO JANEIRO E… ¡¡ILHA GRANDE!!

 

Llegamos a Rio!! La terminal está repleta de actividad, nos asaltan con los ofrecimientos de taxis, son cuatro casetas juntas de empresas distintas y cual competencia feroz te ofrecen el trayecto a Botafogo a precios distintos. Nos decidimos por la opción de 26R$ (hasta 40 nos hacían pagar…).
Taxista algo raro pero en todo caso ningún problema, llegada al hostel de la zona de Botafogo. A primera vista, cruzamos un poco la ciudad y vemos esa mezcla tan característica de Rio de barriadas (fabelas) en medio de los distintos barrios de la ciudad y ubicadas en las partes bajas de los morros. En general, más dejadez y desconcierto que en Sao Paulo. En fin, la calle y la zona de nuestro hostel es tranquila.
El hostel, normalito, no es de los que se genera ese ambiente que en ocasiones nos hemos encontrado, en todo caso, el poco que hay lo creamos nosotros para variar, jeje.
Río nos recibe con lluvia. Ohhh! Pasamos la primera tarde en el hostel, comprando en el supermercado para la cena y reposando un poco. 
El segundo día seguimos con lluvia, y con algún paréntesis, nos vamos de paseo a la playa de Botafogo, vacía por el mal tiempo, y luego hasta nuestra primera visita turística, el Pao do Azucar, ubicado en la cima de un morro (morro de Urca) a ras del agua, se necesita tomar un teleférico hasta dos veces (está a unos 500-600m de altura creo recordar) y ya arriba disfrutamos por vez primera de las vistas de una ciudad bonita y diferente. Se distingue las playas de Flamengo, Botafogo y Copacabana, distintos morros y zonas de fabelas, y hasta el cristo redentor que, vaya con la casualidad, está cerrado por reformas y por lo tanto no iremos a visitarlo. Por la tarde, más lluvia… eso sí, hemos encontrado un nuevo alojamiento con una pareja de CS en la zona de Santa Teresa (al lado de la zona de más ambiente de Río, Lapa) y a la tarde tomamos un bus (conductores locos, bruscos en la conducción y que jodido es entrar en ellos con el puto torno) dirección Lapa y llegamos caminando hasta la casa de Paula y Marcelo, una pareja curiosa (él enganchado a las TV series y demás en internet y ella que la pillamos en una época muy cansada, con agobios pero dispuesta a ayudar en cualquier caso). El piso es un poco caótico y dormimos en el comedor, uno en el sofá que se despliega en una cama y el otro en un colchón en el suelo. En el piso también hay una chica de NYC, la cual nos dice que debemos ir con ella a ver una fabela ya que está genial, hay mucha vida y actividad en ella y no nos lo podemos perder. 
A la noche, es viernes, vamos con Paula por la zona de Lapa. Primero nos damos un paseo por toda su extensión y disfrutamos del ambiente de las calles, repletas de gente comiendo, tomando, escuchando música en vivo en distintos locales, es bastante curioso y auténtico. Finalmente entramos en un local (local valga la redundancia) con música en directo y con caipirinha de acompañamiento. La pasamos bien. Paula se va a dormir un poco antes que nosotros, que acabamos en un local de hip-hop con una gente que hemos conocido por la calle y donde a los 30’ ya nos cansamos y nos vamos para la camita.
Tercer día, a la mañana vamos a un mercado de comida situado a sólo unas cuadras de casa de Paula. Desde allí, nos vamos en bus hasta el Jardim Botánico, una visita muy agradable, lugar bastante grande y con incluso un lugar especial lleno de orquídeas de mil distintos colores y formas.    Finalmente, acabamos yendo a la playa de Ipanema, aunque sea de tarde y oscureciendo, queremos ver el ambiente y la verdad que tiene buena pinta para el día siguiente que lo esperamos ya con sol.
Cuarto día, falla el plan que teníamos previsto con la chica de NYC para ir a visitar la fabela y nos vamos directamente a la playa de Ipanema, que pasada!!!  Día espectacular. Bastante gente, playa larga larga, olas fuertes, corriente fuerte. Bellezones esculturales y impartidos en la arena de todo, de futbito, volei, futvolei, volei con raquetas, etc. La verdad que nos encanta este primer contacto con la playa, hemos saltado las olas por encima y por debajo como niños. Alrededor de la playa, gente paseando, haciendo footing, bicicleta, un poco de todo.
A la tarde, bus y para Copacabana, eso si, el sol ya ha bajado y lo que hacemos es pasear y tomarnos nuestro primera caipirinha en la playita en Río en una terraza a la par que escuchando música brasileira en vivo.  

A la mañana del quinto día en Río, temprano nos vamos en taxi a la terminal de buses de Rodoviaria y tomamos un bus dirección sur (3h) hasta Angra dos Reis, y desde allí, un catamarán de 1h 15’ aprox hasta la increíble Isla Grande!! Como dice su nombre, grande, y muy muy verde y muy selvática.  

Teníamos claro que iríamos a verla, conoceríamos alguna de sus playas (Lopes Mendes para ser exactos, recomendada) que pasaríamos una noche y que al día siguiente por la tarde nos marcharíamos de vuelta a Río para tomar bus dirección norte hacia Salvador de Bahía. Nada más lejos de la realidad. Al llegar encontramos un hostel lindísimo, el Holandés, de HI situado en la parte alta del pueblo, Abraao, donde llegan tanto ferrys como catamarán o cualquier transporte marítimo a la isla.
La primera jornada de media tarde la pasamos en una playita situada a unos 15’ caminando de Abraao. Allí, primer baño. En el hostel, a la tarde-noche, conocemos a tres personas que acabarían siendo nuestra compañía habitual estos días en Isla Grande. Matías (Mati) , argentino de Buenos Aires, Sara y Katha, ambas hermanas alemanas de Bavaria, los tres van juntos y están de vacaciones una semana en la isla. También conocemos a un grupo de 4 chicas de Chile (estudiante de medicina) que resultan muy simpáticas y con las que compartimos charla y momentos agradables en el hostel y otra gente, buen rollito.  

Por la noche, acabo jugando a un juego de mesa llamado General con Mati, Sara y Katha tomando unas cervecitas y ya quedamos con ellos que al día siguiente nos vemos en la playa de Lopes Mendes. 

Segundo día en la isla, creo que es martes 4 de mayo. Desayuno y nos vamos para Lopes Mendes, para llegar son 2,5h de trekking por la isla, de constantes subidas y bajadas, rompe piernas, pasamos en el camino por otras dos playas, Palmas y Pouso, en esta última es donde se llega y se vuelve en bote hasta Abraao, el último de vuelta a las 17h. 

Por el camino conocemos a tres personas de Mar del Plata de Argentina con los que compartimos conversación y diversión hasta llegar a Lopes Mendes. Llegamos!! Es una playa grande, muy bonita y con unas olas también importantes, bueno realmente el agua parece tranquila pero de repente te vienen 3 olas seguidas que te quitan el hipo.
Nos encontramos efectivamente allá con Mati, Sara y Katha. La pasamos bien y nos volvemos todos en bote a las 17h, 45’ hasta Abraao. Bueno, no todos, Jose decide desafiarse y volver sólo y oscureciendo a medio camino (aquí oscurece a las 17.45h caminando otras 2,5h, eso si, lleva frontal que si no…
Y con todo, la isla nos atrapa, nos encanta, y decidimos alargar nuestra estancia, no sabemos bien hasta cuando, seguimos nuestro instinto. Al llegar al puerto de Abraao, con mis tres nuevos amigos (Jose está volviendo caminando como recordáis, si?) nos vamos a comprar la cena al mini super antes de que cierren (a las 20h) y nos sentamos en una terraza a tomarnos las primeras dos caipirinhas en la isla. Ohh, que buenas, y cargaditas. Vamos, que volvemos al hostel con una alegría que pa que. Cenita, risas, charla, más charla y para la cama.
Tercer día, y seguimos sumando, decidimos junto con Mati, Sara y Katha tomar un tour de ultimísima hora, 10.30h, de un día entero (hasta las 20h más o menos) que incluye la visita en bote a distintas partes de la isla, concretamente una gruta donde en una profundidad de 5m y con un espacio muy reducido se llega a una cavidad con agua con un efecto luminoso fluorescente y en donde te pones la máscara de snorkel y parece que al final de la visión que tienes debajo del agua empiece una nueva dimensión, que precioso! Eso si, no se puede traspasar de la roca hacia el Abyss porque la palmas, profundidad de 22m y fuerza de la corriente que entra y sale que te atraparía.   
La visita continua con paradas en las lagunas Verde y Azul donde aprovechamos para tirarnos al agua desde la embarcación y hacer snorkel. A la vuelta, bonito atardecer y paramos a comer en una playita donde hay un restaurante. La pasamos muy bien, nosotros y con el resto del grupo del bote y con el capitán al timón y guía, Fabricio.
De vuelta al hostel, esta noche prepara la cena Mati, unos gnoquis, joder con los gnoquis, buenísimos, y también muy consistentes, jaja. Aixxx, que bien lo pasamos y que bien estamos en el hostel, que incluso tenemos nuestras hamacas para relajarnos del estrés acumulado durante el día, que mala vida…
Cuarto día, jueves. Un día especial. Empieza con el desayuno habitual a base de trozo del pastel del día, fruta (papayas, melón, sandía), pan de molde con queso y mermelada, jugo de frutas (no muy buenos). Nos vamos de caminata, serán 2,5h de ida y de vuelta (esta vez no hay posibilidad de bote), trayecto menos duro que el de Lopes Mendes pero con una subida constante en la primera mitad de la misma, y en progresiva bajada hacia la playa de Dois Rios, lugar donde desembocan dos rios, uno a cada lado de la playa.
Llegamos alrededor de las 12.15h. Jose no se encuentra bien (gripe?) y la verdad no puede disfrutar de la belleza del lugar (ánimo nen). En el lado derecho de la playa la verdad que meterte en el trozito de mini playita de agua dulce y contemplar la inmensa montaña que se ve de la isla no tiene parangón, una pasada!. Pasamos el día, nos bañamos, tomamos el sol, dormimos un poquito y sobre las 16.30h (tarde!!) nos vamos. Digo tarde porque la vuelta se nos hace eterna, tenemos que hacer la mitad medio a oscuras (suerte de nuevo de los frontales) pero por fin llegamos a las 19h a Abraao y para el hostel que toca duchita antes de la cena.
Hoy cenamos en un restante de crepes en la playa. Acompañado de… sí, lo habéis adivinado, de caipirinha, jaja. El crepe, buenísimo. Nos quedamos con hambre y junto con Mati, Sara y Katha (para variar, jeje) vamos a una pizzeria y compartimos pizza con… pues eso. Finalmente, llega la NOCHE, en mayúsculas. Bar situado en la playa al lado del agua, imaginaos, música en directo, reggae, y dale dale Maradona… a bailar, tomar, hasta altas horas, para enmarcar.  

Ahora si que sí, último día, viernes 7 de mayo. Nos vamos en el catamarán de las 17h, así que nos da tiempo a ir a una última playita denominada Abraizinho, situada a sólo 15’ del city center. Allá toca despedida con mis tres amigos, me da mucha pena, les he cogido mucho cariño a los tres. Despedida de mis amigos, del hostel, de la isla… han sido unos días la verdad que espectaculares y muy especiales.
En fin, con el cansancio acumulado y un poco de tristeza volvemos en el catamarán y en Angra dos Reis tomamos el bus de las 19h para Río. Llegamos a las 22h con la mala noticia que no podemos empalmar bus hacía Salvador hasta la mañana siguiente, a las 10.30h o sea que aquí me tenéis, cual Tom Hanks, viviendo en la terminal desde las 22h del viernes hasta las 10.30h de la mañana del sábado. Duro de cojones. Seguimos contando, eso es todo por ahora.